lunes, 16 de abril de 2012

HACIA UNA NORMAL SUPERIOR, LECTORA Y ESCRITORA...

PROYECTO DE AULA: HACIA UNA NORMAL SUPERIOR LECTORA Y ESCRITORA DOCENTE: WILSON ANTONIO BLANCO BLANCO INSTITUCION EDUCATIVA NORMAL SUPERIOR GRADOS: 9º Y 11º NIVEL BÁSICA Y VOCACIONAL SEMESTRES: 2, 3 Y 5 DEL PROGRAMA DE FORMACION COMPLEMENTARIA MANATÍ, ENERO DE 2010 INTRODUCCION Este proyecto de aula: Hacia una Normal Superior Lectora y Escritora, es un gesto quijotesco, ya que nuestros niños, adolescentes, jóvenes y adultos presentan pocos hábitos hacia la lectura y la escritura, lo que hace un imposible, que al no leer, no existe referencia sobre cómo hay que redactar. Porque para escribir bien hay que leer. La lectura constante ayuda muchísimo a mejorar la ortografía, la puntuación y la redacción en general. Enriquece el vocabulario y enseña a construir las freses correctamente. Hay que habituarse a el empleo del diccionario, sin él no es posible adquirir vocabulario, porque leyendo se encuentran palabras desconocidas. Pero si no vamos al diccionario y averiguamos qué significan, quedamos igual que si no las hubieran leído. Entrar al mundo del lenguaje oral, escrito, gestual, es pertenecer a la sociedad simbólica que sostiene a la cultura, al grupo. Saber escribir bien, consiste ante todo en expresar con exactitud las ideas y sentimientos, narrar, describir, relatar acontecimientos donde se articulan: pensamientos, memoria, inteligencia del educador, el discente y de todo aquel humano interactuante con los otros. Invitar a que los estudiantes de los grados 9º, 11º, se tomen el lenguaje como una valía social, pues muchas de sus posibles manifestaciones, en especial la lengua, se constituyen en instrumentos por medio de los cuales los individuos dan forma y mantienen sus relaciones interpersonales, sustento y eje de la vida en comunidad. De estar en capacidad de identificar en ésta los códigos lingüísticos que se usan, las características de los participantes en el evento comunicativo, el propósito que los orienta y en conformidad con ello, interactuar. Para los maestros en formación, se promueve la exploración, potenciar el desarrollo lingüístico, comunicativo y cognitivo en su paso por el programa de formación complementaria, se le estimule el uso de las diferentes manifestaciones del lenguaje – verbales y no verbales - de la forma intencional y creativa, en sus interacciones cotidianas y con diferentes fines: descriptivos, informativos, propositivos, expresivos, recreativos, argumentativos, entre otros. Por ello, es importante propiciar el manejo de los recursos propios de cada sistema signico, sea este la lengua, la pintura, la música, la caricatura, el cine, etc. 1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA Al llegar a la Institución Educativa Normal Superior de Manatí, al tener contacto con muchos de sus estudiantes al revisar los resumen realizados en las disciplinas de la investigación, educativa, la psicología, la asesoría de monografía, y al pasar al frente del grupo a leer a éstos, me encuentro muchas dificultades al leer: cancaneo, omisiones de letras, confusiones, las interpretación y comprensión del texto leído, al escribir también se dio y se siguen presentando omisiones, contaminaciones, inversiones, traslaciones de letras en palabras dictadas y quizás lo más curioso y preocupante, se encontraban en las libretas términos escritos en el tablero para que los transcriban y lo hacen mal. Al avanzar en el quehacer educativo planteé el hallazgo a nivel general a los colegas docentes y nada pasó, a partir del 2011, inicié este largo y difícil trabajo de aportar desde el discurso investigativo y psicológico, cumplir con las competencias lingüísticas de ambas disciplinas, como son las competencias lectoras y escritoras. Esta es una puerta abierta hacia un horizonte más claro de la lectura y escritura, es un esfuerzo que vale la pena intentar. Desde mi novel vida en la educación media consideré que: ¿el no saber leer y escribir es la acción responsable de los puntajes bajos en las pruebas externas: pruebas de estado hoy saber 11? 2. JUSTIFICACIÓN La propuesta pedagógica de aula: Hacia una Normal Superior, Lectora y Escritora. Un intento de potenciar y apuntar hacia la excelencia, el problema que nos atañe es multicausal, pero el principal de todo se trata es del dominio de la lengua en general, la relación establecida por determinados niños, adolescentes, jóvenes y determinados adultos frente a tal dominio y más específicamente, la relación establecida con un tipo concreto de manipulación del lenguaje: La lectura. Porque tiene mucha importancia la lectura en la formación académica. Nada difícil, ya que estudiar significa ante todo leer, lo que puede afirmarse entonces que la lectura se habla en el programa curricular de todas las disciplinas. Sin embargo, no es lo que aparece en los hechos, incluso cuando el profesor de matemáticas o el de ciencias sociales, deplora que sus estudiantes no sepan leer, raramente sentirá que el problema le concierne. Posiblemente su primer impulso consistirá más bien trasladarlo al colega de lengua o a los docentes del nivel de preescolar o nivel de básica primaria, buscan a quien echar la culpa de tal fracaso, a otro, que no resuelve nada a favor del discente. Igualmente, en ciencias o en geometría e historia, no es raro que algunos educandos sea del nivel que sea, sean incapaces de reconstruir una lección dada, no debido a una falta de trabajo, sino debido, simplemente, a que no han podido establecer la menor relación entre lo que han leído en el libro y lo que el docente ha explicado en clase, con otras palabras y una estructuración del discurso distinta. Luchar contra el fracaso escolar consiste en primer lugar en obrar de manera pluri e interdisciplinaria para una mejor aprehensión de la lectura, bajo todas sus formas por parte de todos los estudiantes. El año anterior, un joven de 9º grado perdió el año lectivo, tres disciplinas fundamentales: matemáticas, ciencias sociales e investigación, el hermano que cursó estudios en otra institución también lo perdió. El de aquí además de asistir poco a clases, no portaba el uniforme estipulado en la Institución, no participaba en clases no hacia los compromisos. La madre vino y habló para que lo ayudaran porque se quería ir a la otra institución, con la cual ella no estaba de acuerdo, se le colaboró en parte, pero no lo ascendieron al grado siguiente porque no sabe escribir. Al solicitarle la libreta de resúmenes, observo que este joven pasa de los 16 años , presenta dificultades de dislexia, disgrafía, disortografía, no es el único, como él hay muchos en este grado y en los 11º A, B y C, y en el programa de formación. Con la división de las libretas en dos: la primera para consignar resúmenes, talleres, consultas y en la mitad el proyecto pedagógico de aula, en ese espacio se le indica las reglas ortográficas que debe buscar en las que está fallando, una vez termine con ellas y las aprende, sigue con la escritura de los términos mal escritos, escribiéndolos como es y le buscan el significado en el diccionario, lo que les permitirá enriquecer su lenguaje, el léxico y su fluidez verbal. El interpretar y comprender los textos e interaccionar consigo mismo y con los demás les garantiza un mejor desempeño en los campos en que decida actuar. Sabiendo leer y escribir, se superan los puntajes de las pruebas saber 5, 11 y pro saber del programa de formación complementaria. Además que aprendan a escucharse y escuchar, entenderse y entender al otro y a la otra. Estar atento, sintonizarse con lo que se está diciendo, sintiendo y haciendo. Según Rafael Achavarria: “si examinamos la comunicación, ella descansa no en el hablar sino en el escuchar, hablamos para ser escuchados. Escuchar efectivo. El escuchar valida el hablar…” 3. OBJETIVOS 3.1. OBJETIVO GENERAL  Desarrollar el proyecto pedagógico de aula: Hacia una Normal Superior lectora y escritora en los grados 9º y 11º B,C, en el 2, 3 y 5 del programa de formación complementaria, como medio para el manejo profundo de las competencias lingüísticas de: leer, escribir, escuchar y hablar. 3.2. OBJETIVOS ESPECÍFICOS  Constatar las capacidades adquiridas para la lectura y escritura correcta en el discente.  Identificar los tipos de lectura existentes.  Revisar, socializar y corregir las libretas de apuntes de cada estudiante que ayuden a percibir algunos aspectos ortográficos a través de la escritura y las dificultades lectoras que presentan éstos.  Diseñar estrategias motivadoras, de reeducación a los estudiantes que presenten pocos hábitos de lectura y escritura. 4. MARCO REFERENCIAL 4.1. EL COMPORTAMIENTO DEL LECTOR a) El entorno de leer/escribir. Una sola mirada a la pizarra produce la aparición de un componente de este comportamiento, olvidado adrede: un componente a la vez efectivo, psicomotriz y motriz que corresponde a ese aspecto de “entorno” o “medio vital” en el que se actualiza el acto de leer. Leer no constituye exclusivamente una actividad mental, sino que también es un cierto modo de vivir, de frecuentar ciertos lugares, de manipular ciertos objetos, distintos en cuanto a talla, forma, peso, teniendo en común el hecho de constituir “objetos de lectura”, pero de los que hay que asimilar la existencia y el funcionamiento para poder elaborar un significado. Aprender a leer, como cualquier otro aprendizaje, a través de la aprobación de un cierto tipo de medio, produce lugares específicos: bibliotecas (caseras, escolares, de barrio, librerías) objetos específicos (periódicos, libros, diccionarios, revistas), situaciones existenciales caracterizadas por el recurso a los escrito para resolver los problemas cotidianos, tanto si trata de utilizar la señalización callejera, el modo de empleo de los productos que gastamos cotidianamente, las instrucciones relativas a las distintas máquinas que el desarrollo pone a nuestra disposición. Un aprendizaje que no empiece por dicha exploración/apropiación del mundo de la lectura/escritura, constituye un aprendizaje que solo conducirá a la lectura. b) La actividad de construcción del sentido. Según la célebre definición de los psicólogos americanos Smith y Decheant: “percibir (y por consiguiente leer), no consiste en encontrar el sentido de, sino en aportar sentido a…”, en efecto lo que denominamos “sentido” no pertenece ni a los objetos que nos rodean ni a los textos y mensajes que acompañan a tales objetos: solo hay “sentido” a través de la lectura. También podemos decir que el sentido nunca se halla en el texto, sino en la cabeza del lector, Los detalles por ver que constituyen la escritura del texto, es decir, no únicamente las palabras “agrupadas siguiendo un orden determinado”, y los signos ortográficos que las “visten” sino también la compaginación, el tamaño, el color, el tipo de caracteres utilizados, los signos de puntuación. El sentido debe ser construido por él y para hacerlo solamente dispone de dos fuentes de información: los detalles perceptibles que identifica y su propia experiencia que le permite dotarlos de sentido. c) El papel del razonamiento. Leer no consiste únicamente en tratar lo que se dice, se trata también de construir por deducción e inferencia todo lo que no se dice. d) ¿Y el desciframiento? Es el estudio del funcionamiento de la percepción visual lo que conduce con mayor firmeza a replantear la representación clásica del acto de leer que corresponde al esquema siguiente: Se creía que el ojo reseguía el enunciado linealmente, identificando durante el recorrido a cada uno de los signos que lo constituyen, el cerebro activaba las conocidas reglas de la combinación, permitiendo a los órganos fónicos la oralización del enunciado, siendo la comprensión el resultado del proceso. Enseñar no consiste “en rellenar vacios”, sino en “hacer evolucionar los conocimientos adquiridos”. 4.2. Cómo Escribir Mejor Para dar una buena conferencia, hacer una óptima presentación en público, para redactar en el cuaderno, para una puesta en escena de su exposición nada mejor que prepararse bien, es su cultura, son sus lecturas y su experiencia del hablar en público y su capacidad de expresarse bien, la mejor garantía de éxito. La expresión escrita, tan importante como la expresión oral, según la ocasión de que se trate necesitara escribir su conferencia o intervención en público o al menos hacer un resumen, que será un elemento clave para actuar exitosamente, presentando ideas principales en tarjetas guías, lo que hace estar seguro en una buena relación, un buen estilo, abren paso a una correcta expresión oral. Además, es bueno recordar que escribir es una de las formas más excelsas de expresión. La pasión de escribir un cuento o un poema es de lo más aburrido para algunos, mientras que para otros es cuestión de vida o muerte. Por lo tanto, nadie le exigirá la fluidez de Gabriel García Márquez, ni el ingenio de Cervantes ni la expresividad de Pablo Neruda o de Juan Ramón Jiménez, pero lo que escriba, al menos, deberá ser comprensible, coherente y tener buena ortografía. Nunca es tarde para aprenderla. Siempre puede consigue un manual práctico de ortografía que lo saquen de dudas cuando estén escribiendo. 4.3. LEER PARA ESCRIBIR BIEN. Entiendo que en casos extremos escribir y recurrir al manual de ortografía cada dos palabras es una actividad molesta, especialmente al principio y tampoco es el ideal. Generalmente cuando no se escribe bien, es porque se lee muy poco. Al no leer no existe referencia sobre cómo hay que escribir, redactar. Para poder escribir bien hay que leer. La lectura constante ayuda muchísimo a mejorar la ortografía, la puntuación y la redacción en general. Enriquece el vocabulario y enseña a construir las frases correctamente. No olviden. ¡HAY QUE LEER! El que descubre el placer de la buena lectura, descubre el placer de escribir. Además se necesita, repasar las normas elementales de redacción. Como construir una oración, cuando debe ir una coma, un punto y coma, un punto seguido; para estos hay que readaptar a partir de textos escritos. Lea y resúmalos en un párrafo con sus propias palabras. 4.4. VOCABULARIO. Para enriquecer el vocabulario se requiere el hábito de emplear el diccionario. Sin él no es posible adquirir vocabulario. Leyendo se encuentran palabras desconocidas, pero si no vamos al diccionario y averiguamos qué significan, quedamos igual que si no las hubiéramos leído. Además, el diccionario ofrece otras ventajas: mejora la ortografía y le aclara las posibilidades de uso que tiene cada palabra. Muchos diccionarios suelen tener también un resumen de las reglas de gramática - conjugación de verbo, estructura y tipos de la oración, ejemplos de puntuación, entre otras – algunos se especializan en ofrecer antónimos y sinónimos que le serán muy útiles para evitar redundancia. Es posible que el estudiante nos pregunte ¿y para qué quiero conocer esos términos? Si no entiende los términos fundamentales de un libro de consulta no va a entender nada. Si tiene que escribir de algo especifico, no tendrá recursos de expresión y por lo tanto no podré decir con exactitud lo que quiere. Por cultura general le conviene ampliar su léxico y cuando le pregunten en una exposición una de las vacas sagradas sepan que significa. 4.5. NORMAS INDISPENSABLES La redacción se rige por reglas bien definidas, es importante recordar algunas de ellas, que serán de utilidad. Las más vulneradas por los estudiantes son: a) Colocación de tildes. Escribir con buena ortografía es vital. Si no lo hace, es como dictar una conferencia mal vestido. Recuerde que la ortografía es su presentación personal cuando se comunica por escrito, y es tanto o más importante que la limpieza y pulcritud del documento, libreta o carta que envía. Según la sílaba en que está ubicado el acento, las palabras pueden ser de cuatro clases: agudas, graves, esdrújulas y sobresdrújulas. Las palabras agudas tienen el acento en la última sílaba. Por ejemplo: camión, cayó, computador. Se les marca la tilde las terminadas en “n”, “s” o en vocal, las otras no. Las palabras graves, que tiene el acento en la penúltima sílaba y se tildan solo si las palabras no terminan ni en “n”, ni en “s” ni en vocal. Ejemplo: ángel, árbol, prócer. Las palabras esdrújulas, tienen el acento en la antepenúltima sílaba. Todas las palabras esdrújulas llevan tilde. Ejemplo: tránsito, último, penúltimo, artístico, número, océano. Las sobresdrújulas son el grupo menos numeroso. Tiene el acento en la trasantepenúltima sílaba y todas llevan tilde. Ejemplo: préstamelo, véndeselo, tómeselo. Las palabras con una sola sílaba o monosílabas no llevan tilde. Ejemplo: sol, pez, yo, buen, fe. La excepción son los pronombres personales. Cuando se utilizan las palabras que, quien, donde, cuando, como, por que, para preguntar, siempre llevan tilde. Ejemplo ¿Cómo estás? ¿Cuántos años tienes? b) Las mayúsculas. Se utiliza mayúscula después del punto, para nombres propios de personas, los nombres geográficos, en los nombres de los meses, los días de la semana. c) La puntuación. Los signos de puntuación: el punto, la coma, el punto aparte, el punto y coma, los guiones. El más fácil de todos es el punto. Sirve para terminar una frase u oración. Cuando la frase va seguida de otra dentro del mismo párrafo, se llama punto aparte. En cuanto a la coma, siempre se usa dentro de la oración. Sirve para unir varias oraciones o varios elementos de una oración. El punto y coma; se emplea generalmente para unir dos frases que por su estrecha relación o por el ritmo de la redacción no deben ir separada mediante punto. 5. METODOLOGÍA Este proyecto, se desarrollará en el laboratorio del salón, con los 9º, A,B,C, 11º A,B,C, y 2,3,5 semestre del Programa de Formación Complementaria, siendo una población directa de 360 estudiantes, de la Institución Educativa Normal Superior, desde el método de la observación directa del acto de leer y escribir. Se revisará la producción textual, la gestual, la escucha, el crecimiento y fluidez en el vocabulario, necesario para la formación científica básica, para que los estudiantes cuenten con los conocimientos y herramientas necesarias que proveen las ciencias naturales y sociales para comprender sus entornos y aportar a su transformación, siempre desde una postura crítica y ética frente a los hallazgos y enormes posibilidades que ofrecen las ciencias. El tutor de investigación educativa y psicológica, direccionará el proceso, iniciando con la revisión de las libretas, de ensayos, lectura oral como resultado. Sugeriré la búsqueda de reglas ortográficas y los términos mal escritos, se consignarán en la mitad de la libreta, se le buscará el significado y se utilizarán los términos para que se elaboren párrafos con ellos, poesías, décimas, ensayos, entre otros. El material didáctico: libreta, plumero, lápiz, son de propiedad del estudiante. CONCLUSIÓN El saber leer, es decir, la capacidad de integrar en los comportamientos tres dimensionales fundamentales: a) Afectiva: sentirse “como en casa” en el universo de la lectura y escritura, es decir, en un determinado entorno físico integrado por lugares y objetos y un entorno lingüístico caracterizado por la diversidad y la diferencia. Si en la primera infancia se haya podido desarrollar y endurecer en rechazo afectivo, haciendo más difícil, luego imposible, ese contacto con el otro abstracto de la lectura, apoyado por una indiferencia lectora de parte de los padres o encontrar padres analfabetas que poco aportarían al desarrollo directo en la lecto-escritura. b) Cognitiva: no es posible, ya que lo hemos dicho, ninguna aprehensión sin conceptualización y sin conocimientos. Saber leer, es tener conocimientos, es haber, de algún modo “teorizado” el funcionamiento: - De los lugares y objetos de lectura, saber que es una biblioteca, como servirse de los libros, ficheros, índices, tablas de materias. - De las situaciones de lectura: saber leer, es saber identificar una situación y conocer los comportamientos adecuados a dicha situación. - De los hechos de discurso y de lengua en su diversidad y sus diferencias con respecto al uso cotidiano. - De la formulación de hipótesis y del razonamiento, especialmente por la inferencia. c) Pragmática: unas capacidades y unas habilidades desarrolladas a la vez por la frecuencia y la diversidad de las situaciones vividas y por las actividades de práctica de la activación de los conocimientos que acaban de ser evocadas. Saber leer, realmente, sin titubear, como leemos vosotros y yo, constituye la clave de todo. BIBLIOGRAFÍA Documento No. 3 estándares básicos de competencias en lenguaje, matemáticas, ciencias y ciudadanas. Ministerio de Educación Nacional. 2006 CHARMEUX, Eveline, como fomentar los hábitos de lectura, Ed. Ceac, Barcelona, 1985 YARCE, Jorge, ¿Me entiendes?, cómo expresarse clara y efectivamente. Ed Ltda. 1994. Webgrafia: www.

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